16 de enero de 2020
La Coordinadora Nacional de Pueblos
Indígenas de Panamá-COONAPIP, a través de su Presidente, Marcelo Guerra,
expresa profunda consternación y tristeza por los graves hechos causados por la
secta “Luz del Mundo” que ha traído luto y dolor a la familia de la
Comarca Ngäbe Buglé.
Marcelo Guerra, quien se encuentra en
Santiago de Veraguas, dándole seguimiento a las familias indígenas que están
recibiendo atención médica y pendiente de las investigaciones de la fiscalía de
homicidios, manifestó que las autoridades indígenas piden justicia frente a
este horrendo crimen.
“Uno de los problemas que tenemos
en la comarca es la poca rigurosidad que hay a la hora de velar por la
seguridad del pueblo cuando llegan todo tipo de grupos religiosos y ONG´s que
nadie los investiga o filtra la información sobre sus verdaderas intenciones e
intereses, afectando a un pueblo tan vulnerable como la nuestra”, señaló
Guerra.
Para el Presidente de Coonapip, la
ley que crea la comarca Ngäbe Buglé, prevé una serie de requisitos y
formalidades que debe cumplir un grupo religioso o de cualquier índole para
instalarse en la región, sin embargo, dichas regulaciones no se están
implementando y la falta de una autoridad real en la comarca da paso a este
tipo de irregularidades como las que estamos viviendo con esta secta religiosa.
“Estaremos pendientes de las
audiencias y todos los procesos judiciales que se llevarán a cabo y exigiremos
una investigación exhaustiva de este hecho criminal y que se sancione de manera
ejemplar a los responsables”, manifestó el dirigente indígena.
Las autoridades de la Coordinadora
Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá expresan sus condolencias a las
familias afectadas y que han perdido a sus seres queridos, así como a los que
se recuperan en los hospitales y advierten que serán firmes exigiendo que se
haga justicia.